jueves, 20 de junio de 2013

Cuando salí de Cuba



Especialmente a partir de principios de la década de los 30 del siglo pasado, el boxeo cubano comenzó a escalar posiciones, llegándose a convertir La Habana (especialmente el Palacio de Deportes) en una de las grandes plazas mundiales del pugilismo, situación que se mantuvo durante los años 40 y 50. Son años en los que ya aparecen algunos grandes boxeadores que subirán al ring aquí y en otros escenarios mundiales. Son los años de Kid Chocolate (uno de los primeros grandes nombres), Kid Gavilán, Orlando Zulueta, Miguel Acevedo, Chico Varona, Kid Tunero y tantos otros. 


Con la llegada de la Revolución en 1959 y, sobre todo, el nombramiento de la República Socialista (1961), todo iba a cambiar. En lo que respecta al boxeo, y a semejanza de las “democracias populares” europeas, Cuba iba a prohibir la práctica profesional de manera oficial en marzo de 1962. Así, hubo algunos púgiles que se adaptaron a la situación, pero la mayoría optó por salir de la Isla para seguir ganándose la vida en el boxeo rentado. Tampoco faltaron los casos en los que algún púgil abandonó el boxeo no por voluntad propia, sino por "obligación". El caso más conocido es el de Pupi García, opositor militante al nuevo régimen, quien acabó en prisión.  

Trágico Emile Griffith vs Kid Paret III
La diáspora de boxeadores cubanos coincide, más o menos en el tiempo, con la formación tal y como los conocemos, de los dos grandes organismos que iban a regir el boxeo mundial durante años (y que siguen haciéndolo aunque ahora junto a otros): la WBA y el WBC. Entre los primeros ejemplos, uno trágico. El de Benny Kid Paret, quien desde 1958 estaba asentado en USA y que moriría como consecuencia del combate que cerraba la trilogía con Emile Griffith. Una trilogía clásica repleta de odio, emoción, polémica y buen boxeo. Griffith, un clásico de los 60 y 70 (aunque su mejor década fuera la primera),  tendrá un curioso historial de enfrentamientos con boxeadores procedentes de Cuba que dejaron atrás su país para continuar ganándose la vida en el boxeo de pago.


Entre los casos más destacados de hombres que abandonen la Isla para triunfar en otros lares, se encuentra José “Mantequilla” Nápoles, quien en 1962 ya estaba asentado en México y que sería el gran dominador del peso wélter desde finales de los 60 hasta mediados de la década siguiente. Con víctimas como el propio Griffith, Ernie López o Armando Muñiz, ha pasado a la historia quizá más por su derrota con Monzón por la faja mediana, en aquel mítico combate inmortalizado, entre otros, por Julio Cortázar en La noche de Mantequilla. También en México se estableció Sugar Ramos,  campeón superpluma en 1963 y 1964 y que no pudo repetir éxitos en la división ligera, donde perdió por dos veces con el mejor de la década en dicho peso: el boricua Carlos Ortiz. 

Otro púgil que vivió la misma situación fue José Legrá, que de Cuba pasará igualmente a México pero abandonará este país para establecerse definitivamente en España, donde se convertirá en el segundo campeón mundial  de esta nación en 1967, derrotando al británico Howard Winstone por el título pluma WBC, que perdería en su primera defensa. Legrá, que acabaría con una excepcional forja de 133-11-4, volvería a México a principios de los 70 para ganar por segunda vez el título ante Clemente Sánchez. Eder Jofre, el antiguo y excepcional peso gallo, fue el encargado de acabar con el reinado de este gran y simpatiquísimo púgil.

El gran "Pepe" Legrá

Luis Manuel “el feo” Rodríguez, un muy buen wélter, se asentaría en Miami (quizá un pionero en este sentido) y arrebataría el título wélter al mencionado Emile Griffith en el primer capítulo de su trilogía, aunque perdió los dos siguientes combates. También sería derrotado, algún año después, por Nino Benvenuti con el cinturón mediano en juego. Otros nombres, menos conocidos, son los del trotamundos Angel Robinson García (que también estuvo en España entre otros mil sitios), Pedro Miranda (Puerto Rico), Baby Luis (Miami) o José Stable, quien también tendría una oportunidad mundialista, desaprovechada, frente a.... Griffith, cómo no.


Por su parte, el boxeo amateur en la Isla iba a ser desarrollado fuertemente por las autoridades, siguiendo el consejo y supervisión de especialistas de países como Bulgaria o, sobre todo, la URSS. Tras unos primeros éxitos desde finales de la década, la eclosión se produce en el Primer Campeonato del Mundo de Boxeo Amateur, celebrado precisamente en  La Habana en 1974. A partir de ahí, Cuba se convierte en toda una potencia regional y mundial, siempre en los primeros puestos del medallero en los campeonatos,  que alcanza su cénit en los JJOO de Barcelona (tras dos ediciones sin participar). Nombres y más nombres de excelsos púgiles de los que seguimos preguntándonos hasta dónde podrían haber llegado en el boxeo profesional: Stevenson, Savón (tricampeones olímpicos), Ángel Herrera, Héctor Vinent, Ariel Hernández, Mario Kindelán (que le ganó el oro a un jovencísimo Khan en Atenas)….

         Jorge Luis González vs Riddick Bowe

Sin embargo, con el tiempo y, sobre todo, el progresivo desmoronamiento que se iba a producir en el bloque comunista, algunos boxeadores quisieron responder a esta pregunta, aunque por otras razones. Así, a partir de los 90, al igual que en otros deportes, se usarán los eventos mundiales para pedir asilo político con el objeto de poder hacer carrera en el boxeo profesional. Uno de los primeros casos importantes se dio en 1991, cuando Jorge Luis González, a la sombra de otros grandes superpesados, aprovechó una competición en Finlandia para desertar. González, de récord impresionante y que había ganado a boxeadores como Bowe o Lewis, debutó  profesionalmente en 1991. Era un boxeador de cualidades excepcionales pero de frágil mentalidad y mentón, por lo que cuando tuvo una oportunidad mundialista, el propio Bowe lo noqueó con facilidad. Alargó su carrera 7 años más pero con más sombras que luces. 

El caso más significativo, por lo que llegó a alcanzar, fue Joel “el cepillo” Casamayor, campeón en Barcelona ’92 y que en vísperas de los JJOO de Atlanta, donde era el gran favorito en su peso, desertó. Casamayor sería campeón en superpluma y ligero y creo que en buena parte de sus grandes combates mereció algo más por parte de los jueces (no lo vi perdedor ni contra Castillo, ni contra Freitas y cercana a la vergüenza fue la decisión de se segundo enfrentamiento con el malogrado "chico" Corrales). Los últimos años de su carrera no deben empañar una brillantísima carrera.

Antes que este, sin embargo, también habían dejado la Isla otros boxeadores que estaban obteniendo sus primeros éxitos en el campo amateur y que serían campeones: Diosbelys Hurtado y Juan Carlos Gómez. Hurtado, que posteriormente fue fugaz campeón del mundo, quizá sea recordado por estar a punto de derrotar a dos mitos de este deporte: Pernell Whitaker y Kostya Tszyu. Al primero le tenía ganado el combate por puntos cuando le sorprendió y noqueó en el 11º, mientras que contra el ruso-australiano, en aquel inolvidable round 1, le faltó una mano. La "pantera" Gómez (quien según sus palabras quería dedicarse al baseball pero las autoridades le impusieron el boxeo), ha sido uno de los mejores cruceros que han existido, pero en una división pesada que empezaba a caracterizarse por los hombres muy altos, no llegó a encontrar un sitio privilegiado. Otros, de carrera más modesta fueron los hermanos Castillo, Elieser y Eliseo, o el muy problemático Giorbis Barthelemy.
 

Con el nuevo siglo siguieron dándose algunos que otros casos, como el del actual campeón crucero de la IBF, Yoan Pablo Hernández (que cambió Cuba por Alemania tras las olimpiadas de 2004),  pero el más importante es el que se dio en Diciembre de 2006, cuando estando entrenando en Venezuela para preparar los Pan-Americanos de Brasil 2007, tres campeones olímpicos como Yuriorkis Gamboa, Odlanier Solís y Yan Barthelemy lograron escapar y recorrer diferentes países hasta llegar a Miami. Los tres firmarían con Arena Box-Promotion, la promotora basada en Hamburgo. En julio del año siguiente, y aprovechando el evento, lo intentaron otros dos compañeros de los anteriores, Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara (que no había explosionado hasta poco antes, al tener por delante a Lorenzo Aragón), aunque la situación se complicó y tuvieron que volver a la isla. Más tarde, lograrían salir de ella. Este mismo año, Angelo Santana, junto con otros balseros, llegaba a Miami. 

Richar Abril, un caso extraordinario
Estos nombres y sus logros son conocidos para todos. Algunos ya son campeones del mundo, como Rigondeaux, Gamboa y Lara. Barthelemy quedó por el camino, Santana (todavía muy joven) ha tenido hace poco su primer revés y Solís ha chocado, principalmente, con su afición a la comida antes que al gimnasio, aunque ahora parece que va a por el intento bueno, en parte "obligado" por su promotor turco. El otro campeón cubano de la actualidad es el ligero Richar Abril (por la WBA), aunque su caso es diferente, ya que puede entrar y salir de la Isla libremente. Es un derecho adquirido en una especie de sorteo lo que hizo que pudiera dedicarse al boxeo profesional, algo que comenzó a hacer desde los 23 años, si bien sobre el ring cumple con buena parte de las características de la rica escuela cubana. 

De menor repercusión, al menos porque todavía no han acabado de explosionar, es la historia de tres prometedores púgiles, medallistas juniors, que decidieron dejar el país caribeño. Luis García, Alexei Collado y Mike Pérez llegaron a Cork, Irlanda, en 2007 para entrar poco después al boxeo rentado. Tras unos primeros años de formación, tuvieron problemas con su promotor, Patrick Hamish Thomas y quisieron marchar a USA. Esto les hizo estar 2012 sin boxear, aunque Collado y el pesado Pérez ya han vuelto a subir al cuadrilátero. No así, Luis García, el más prometedor de ellos, del que desconozco si se ha retirado o volverá a combatir. 

Y, en los últimos años, han empezado su carrera profesional varios púgiles que el gran aficionado irá escuchando poco a poco, muchos de ellos radicados en Miami y varios en torno a Osmiri "Moro Jr" Fernández y a Dream Team Boxing Promotions. Algunos ya cerca de tener una oportunidad mundialista como Yoandris Salinas (supergallo) o Luis Franco (pluma). Entre otros nombres, el veterano Luis Ortiz, Rances y "el novato" Leduan Barthelemy (hermanos y primos, respectivamente de los nombrados Yan y Giorbis), Yordenis Ugás, Yunieski González, Yunier Dorticos o Inocente Fiz. Por su parte, Hairon "maja" Socarras llegó a USA con 11 añitos, ahora tiene 20, pero ya había practicado el boxeo en Cuba. 

Yoandris Salinas, ¿futuro campeón?

El futuro,sin embargo, es un capítulo por escribir. Mucho se habla sobre cómo pueden influir en el boxeo cubano los cambios normativos en el amateurismo, la anunciada inclusión del país en la World Series of Boxing y la lenta pero parece que ineludible apertura al exterior. No son pocos los que presuponen que manteniendo escuela y añadiendo la progresiva dureza de quijada que vendrá con el abandono de los cascos protectores, pueden ser muchos los cubanos que se coronen campeones mundiales. Pero, de momento, son suposiciones a las que el tiempo responderá. 


 

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